Antecedentes del proyecto:
A medida que el cambio climático estresa los bosques de Honduras y los vuelve más susceptibles a amenazas como insectos e incendios forestales, las amenazas de deforestación y degradación impulsadas por la expansión agrícola y la actividad extractiva ejercen aún más presión sobre esos mismos bosques. Mientras tanto, los cambios en los patrones de precipitación, incluido el empeoramiento de la sequía y los ciclones tropicales más fuertes, están alterando la hidrología de cuencas hidrográficas clave en Honduras. Estos cambios han dejado a las comunidades que dependen principalmente de las aguas superficiales en riesgo de pérdida de medios de subsistencia y han aumentado el riesgo de desastres en cuencas fluviales clave. A medida que disminuye la cubierta forestal y aumentan las necesidades de agua para la agricultura, la energía, la industria y el uso doméstico, Honduras se encuentra en un círculo vicioso de estrés hídrico y aumento de los impactos del cambio climático y la vulnerabilidad a los desastres. Este círculo vicioso agrava la pobreza, la marginación y la inseguridad alimentaria de larga data, erosionando la cohesión de la comunidad, estresando aún más los sistemas locales ya débiles y contribuyendo a las altas tasas de migración interna y externa, y limita las oportunidades para que los jóvenes hondureños construyan su futuro en Honduras.
El propósito del Proyecto de Adaptación Climática de USAID/Honduras es fortalecer la capacidad de los sistemas hondureños para resistir y responder a la variabilidad y el cambio climático, ayudando así a abordar los factores subyacentes que contribuyen a la migración irregular. La capacidad limitada de los sistemas hondureños para resistir y responder a la variabilidad y el cambio climático, y para administrar de manera equitativa, inclusiva y transparente los recursos clave, impide el camino del país hacia un lugar más próspero y seguro donde sus ciudadanos se sientan inspirados para quedarse e invertir en su futuro.
USAID busca ayudar a Honduras a romper el círculo vicioso descrito anteriormente. De acuerdo con las prioridades del gobierno de los EE. UU. para abordar los factores subyacentes que contribuyen a la migración irregular, BCR se involucrará con actores del sector público y privado a través de este Programa para:
- Mejorar la gestión equitativa, inclusiva y transparente de los recursos hídricos.
- Conservar ecosistemas críticos y fortalecer medios de vida incluyendo el turismo de naturaleza.
- Gestionar el riesgo climático.
Honduras cuenta con una gran cantidad y variedad de recursos naturales y culturales susceptibles para su aprovechamiento turístico y sus aportes a la economía nacional son significativos, contando con más de 671 Kms. de playas caribeñas (Tela, Trujillo, La Ceiba entre otras), forma parte de la segunda barrera coralina del planeta y primera de América, los vestigios de la civilización Maya, extensos bosques latifoliados, manglares y de coníferas recogidos en cerca de 100 espacios naturales protegidos, sobresaliendo la Mosquitia como segundo bosque lluvioso del continente, ciudades coloniales como Comayagua, las cuevas de Taulabé, y Talgua, el lago de Yojoa y un particular entorno natural y cultural, ocho grupos étnicos o culturas vivas: los garífunas, negros/ingleses, miskitos, tahwakas, pechs, lencas, tolupanes y chortis.
El turismo es uno de los sectores económicos más sensibles a los cambios en el clima. Los impactos del cambio climático ya son evidentes en las actividades turísticas del país y los escenarios futuros indican que estos riesgos aumentarán en magnitud y en su distribución espacial. Entre los principales impactos que afectan a este sector se encuentra el aumento del nivel del mar (que afecta las comunidades y ecosistemas marino-costeros), la acidificación del océano (causante de daños y muerte a los arrecifes de coral), el incremento de la temperatura, que junto con los cambios en los patrones de precipitación y ocurrencia de eventos extremos afectan actividades de aventura, visitación a sitios de interés y aumenta el riesgo de daños a la infraestructura turística y ciudades, además de cambios en la biodiversidad.
De acuerdo con la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible, Honduras tiene la visión de desarrollar el sector turismo para propiciar un mayor crecimiento económico, combatir la pobreza, distribuir equidad y realizar un aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y culturales contribuyendo a su conservación. Para esto, se debe trabajar bajo un abordaje intersectorial, que incluya la conservación de las áreas protegidas y los ecosistemas, el desarrollo económico local y regional, la protección de los recursos hídricos y el aumento de la capacidad adaptativa ante los impactos del cambio climático.
Actualmente, en el país existen algunos documentos que pueden servir como fuente de información para los análisis de vulnerabilidad para el sector turismo, entre los cuales destacan: la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible (2006, en proceso de actualización) y el Plan Nacional de Adaptación, PNA (MiAmbiente+ 2018).
Ámbito operacional de esta modalidad de contratación de consultores:
Durante la implementación del proyecto, se ha habilitado esta modalidad de contratación que va desde la identificación del alcance de trabajo hasta su cierre en el ciclo de vida del consultor en general, permitiendo la incorporación y gestión flexible de consultores/banco de consultores internacionales y nacionales bajo un contrato por periodo de tiempo hasta de un año, extendiendo ordenes de trabajos para la asignación y desarrollo de trabajos puntuales de corto plazo. De esta manera el equipo interno del proyecto podrá abordar los desafíos de actividades técnicas y necesidades operacionales.
Para ello, se inicia con un proceso de reclutamiento, incorporación y gestión de los consultores. Continuando con un proceso de documentación y negociación de tarifas (honorarios profesionales diarios), se formaliza bajo un contrato marco de hasta un año, para luego emitir ordenes de trabajo antes de iniciar alguna asignación de acuerdo con las necesidades del proyecto. Al igual que el contrato inicial, estas órdenes de trabajo deben ser aprobadas y estar firmada por ambas partes antes de iniciar cualquier asignación.